viernes, 23 de octubre de 2009

De tormentas y bucaneros

Se puede decir, que mas de dos siglos han pasado desde los tiempos en que los bucaneros surcaban los mares vendiendo sus servicios al mejor postor. Desde esos tiempos solo una cosa ha cambiado, el tiempo ha llevado la tecnología al servicio de los hombres, y hoy ni siquiera las tormentas atemorizan a los navegantes, por inmensas que resulten sus maquinas. En los tiempos en que los navíos se fabricaban en madera, la lluvia y la marea eran los peores enemigos de los tripulantes y piratas de los buques, hoy en día, por el contrario, sirve de camuflaje sigiloso para bestias cargadas de fuel, que navegan nuestros mares en busca de parajes que destruir con sus vertidos.

Las tormentas, podrían considerarse como uno de los mejores regalos de la naturaleza para la vista de los hombres, un autentico "milagro" natural, así que haced caso a mi consejo de la semana, cuando llueva mirad al cielo, a las personas, a los parajes verdes, allí hallareis belleza, pero no en el mar, pues es en el mar donde las maquinas aceleran sus motores, sin pensar si quiera en las consecuencias. Es algo que por mucho que nos pese a todos, nos hemos ganado a pulso, el dinero y el progreso ha cegado a una sociedad capaz de destruir su entorno, su hábitat y su planeta, por un puñado de Oro Negro.

Que decir de la fotografía, una fotografía de contrastes tal y como yo la veo, el cielo, y su furia arrojada sobre los petroleros, que una vez mas, han vencido los terribles vientos y esperan impertérritos la calma. Hoy dedicado a la tierra, al mar y a la naturaleza, y aunque no sea un ecologista de actos, si lo soy de pensamientos. Un mundo mejor seria posible si todos nos dedicáramos a levantar la vista del suelo y mirar que tenemos frente a nosotros.

3 comentarios:

ichundelaine dijo...

Lo cierto es que aquello que hoy en día consideramos avance lleva mucho retroceso a su espalda, se funden los conceptos de tal manera que estamos frente a la moneda con sus dos caras. Demasiadadas veces giramos la cabeza para descansar la vista de todo aquello que nos atemoriza, no nos gusta y contra lo que -en principio- es prácticamente imposible luchar; pero lo único que en realidad nos imposibilita luchar es precisamente ese gesto que se desentiende por completo, nos envuelve en nuestra preciada ignorancia y que, tarde o temprano, nos alcanzará cómo a una veleta.

Unknown dijo...

me voi a comprar un segway...........

Sus dijo...

Ciertamente, parece increíble que nadie haga nada para evitar este tipo de cosas.
Llenarse los bolsillos, a pesar de que se esté estropeando nuestro planeta (el de todos: ricos y pobres)
Lamentablemente, los políticos, que son quienes están para cambiar las cosas, les mueven los intereses, y no hacen nada, ya que el petróleo es una buena fuente de ingresos.
Gracias hay que dar, a que ahora se están promoviendo las energías renovables (coches hidráulicos, placas solares...). Espero que la gente apueste por ello, así la cosa empezaría a cambiar, desde mi humilde opinión.