martes, 23 de febrero de 2010

Las luces de la noche

Se puede decir de las luces de la noche que recuerdan en parte a las que describía Tolkien en su "Señor de los Anillos" sobre la tierra de Mordor, era esa en su tiempo una alegoría muy evidente (N. de A.:referente a la industrialización y al progreso descontrolado) que seria aplicable aun más hoy en día, teniendo en cuenta hacia donde nos lleva esa vorágine de transformación-consumo-destrucción.

Resulta llamativo los contrastes sentimentales que nos hace sentir a todos imágenes como la de la entrada, nos lleva irremediablemente a preguntarnos "Que estamos haciendo?", mientras que una parte de nuestra cabeza, la sensata, esa que está ahí a las duras y a las maduras para decirnos que quien algo quiere, algo le cuesta, nos hace entrar en razón y comprender que resultaría imposible llevar el ritmo de vida que llevamos, avanzar a pasos agigantados hacia el "progreso", si no tuviéramos a nuestras ordenes plantas industriales como esta, capaz de convertir esa materia prima tan preciada, el petróleo, en miles y miles de sub-materiales imprescindibles para la vida del día a día.

La semilla a plantar en unas cuantas cabeza hoy sería: No sobrepasa nuestra ansia de progreso los limites de lo sostenible? La respuesta parece evidente, y la llevamos todos en un rinconcito al fondo de nuestra cabeza!

martes, 2 de febrero de 2010

Las Olas



Se puede decir de las Olas, que son a la vez algo efímero y a la vez algo eterno, aun con lo difícil que es defender (y sobre todo explicar) dos posturas opuestas, basta con observarlas durante unos breves minutos para comprender el porque de esta extraña contradicción. Sentarse ante las Olas a observarlas, escuchar el vaivén al arrastrar los cantos rodados de la orilla, puede llegar a darnos una paz y una relajación inagotable, o por el contrario puede llegar a exasperar nuestra paciencia, viendo como el mar estira sus manos hacia la tierra, y es su propio peso es que lo devuelvo a sus cauces naturales, condenando esa lucha a un fracaso continuo.
Es este ir y venir que a unos agrada y a otros desagrada, un incesante movimiento, que no se ha detenido en millones de años, intentando en vano alcanzar la tierra... no obstante, una muestra mas de la dualidad de las Olas, es el hecho que sean incapaces de llegar mas allá de la orilla, y sin embargo sean capaces de, siguiendo el ciclo del agua, caer desde las montañas a morir de nuevo en otras tantas orillas, recorriendo de manera inexorable esas tierras que siempre trataron de alcanzar desde el mar.

Así pues la conclusión a sacar de hoy es que a pesar de un largo vivir, como es es caso de las olas en este mundo, a veces resulta imposible evitar venir a morir una y otra vez a las mismas costas, a los mismos errores. En ocasiones, para avanzar en la vida, tirar para adelante no basta, y hay que buscar nuevos caminos, nuevas alternativas, y usar la imaginación, esa inagotable fuente de esperanza!