viernes, 6 de noviembre de 2009

C'est la vie

Se puede decir, de los parkings, que vienen a ser una alegoría realmente poderosa de la vida. Es algo hoy en día muy común, y que para nada asociamos al transcurrir de la vida. Hoy, parándome a reflexionar he caído, la vida es en si un parking, llegamos un buen día, a veces si tenerlo previsto porque no encontramos ningún otro lugar donde ir a aparcar, una vez dentro intentamos encontrar siempre la mejor plaza, esa que esta al lado de la salida, y si encima nos diera la luz mejor que mejor, permanecemos cerrados, junto con otras vidas, y aunque podamos cambiar mil veces de plaza, para ir acercándonos cada vez mas a la salida, llega un buen día, en que premeditadamente, o de improviso, tenemos que sacara el coche, pagamos el importe debido, y lo abandonamos para nunca jamas regresar. Para los hindúes (y algunas otras religiones orientales) el acceso a los parkings es, sino ilimitado, algo superior al de los cristianos, que solo tenemos derecho a un acceso, aunque por otra parte, a la salida, y según lo bien que hayamos aparcado, accedemos directamente a una amplia e iluminada autopista (el cielo por si a alguien le quedaban dudas).


Al igual que en la vida, en los parkings el desembolso económico va directamente ligado al tiempo que permanezcamos en el, así que hoy un consejo para todos, mas vale deshacernos hasta del ultimo centavo, y disfrutar junto a los nuestros de cada uno de los minutos que pasamos juntos, porque a la salida, haya o no vuelta atrás, es mejor llevarse el mejor de los recuerdos de este parking que es la vida.

4 comentarios:

Sus dijo...

Cada día me sorprenden más tus blogs. Si bien al principio no entendía la relación entre el párking y la vida, ahora lo he logrado comprender, y me encanta el símil!!
El consejo que das me gusta mucho, aunque... Si no sabemos cuando vamos a abandonar el parking ¿no es mejor ahorrar un poco para poder tenerlo aparcado hasta que necesitemos cambiarlo de plaza? (es decir, hasta cuando deseemos cambiar de vida, o hacer algo especial).
Cada día profundizas más en las cosas, y eso me encanta.
Enhorabuena!!

Lina dijo...

A veces, para algunos, la cuestión no está en cuando abandonaremos el parking, sino ¡¡¡en lo torpe que somos para aparcar!!!
Y así vamos por la vida, haciendo mil intentos y maniobras, y cuando al fin lo logramos, nos damos cuenta que llevamos unos cuantos abollones y raspones en nuestra carrocería.
Quizás por ello, es que se disfruta más el haber logrado aparcar, sin importar si está cerca o lejos de la salida, ni cuánto tiempo nos queda para la partida.

Unknown dijo...

Algunos en vez de buscar una buena plaza cerca de la salida y soleada, buscan un huequecito que aunque sea pequeño y alejado de la zona de abonados tiene a su alrededor un conjunto de vidas parecidas a él que aunque no tengan muchos lujos (nada de mercedes, audi...) tienen su encanto especial y te aportan tanto que ni te paras a pensar en la salida.
Para mi la mejor entrada!

Unknown dijo...

Yo soy muy mala con los parkings, no me gustan nada, pero siguiendo con la similitud te diria que lo mejor es que cuando abandones la plaza de parking los que lleguen a ella mas tarde se sientan orgullosos de quien estuvo antes y lo recuerden con cariño porque así es como si nunca hubieras abandonado esa plaza de parking ya que el recuerdo nunca muere. Disfruta de tu plaza y haz feliz a los que tienes a tu lado y a los que vendran. Besos
ANA MORENO o sea tu suegra